BIBLIOTECA POPULAR "José Ingenieros"

Bolivar N° 132 - Tres Arroyos
Pcia.Buenos Aires - Argentina
Tel. -(054) (02983) 431791-
correo electronico: biblo060@gmail.com.ar

adherida a:
C.O.N.A.B.I.P N° 1388
DIRECCION DE BIBLIOTECAS DE LA PCIA.DE BS.AS. N° 234
PERSONERIA JURIDICA N°: 11406

BIBLIOTECARIAS

BIBLIOTECARIAS
Alejandra MORCILLO y Mirta SUAREZ
A los amigos y socios de la Biblioteca, a través del presente blog le bridamos información de libros que tenemos en existencia y que se recomiendan por medio del criterio profesional de nuestras bibliotecarias. Les solicitamos que nos hagan llegar sugerencias y correcciones para poder ir mejorando no solo el aspecto sino también el contenido, para poder brindar una información lo más accesible posible para todos.

La Comisión Directiva

sábado, 31 de mayo de 2008

EL LEGADO DE IRÉNE NÉMIROVSKY



Por Silvia Hopenhayn Para LA NACION

>
Ver opiniones de lectores
Es difícil saber si la soledad es causa o consecuencia de la labor literaria. Muchos admiten haber comenzado a escribir en aislamiento; otros, que la escritura los hizo más solitarios. En ambos casos, la soledad parece ser una jaula para vivir en libertad. Pero hay encierros más opresivos y tangibles, de los que también han surgido importantes escritores. El de la Segunda Guerra Mundial fue sin dudas uno de los más perversos. Aún hoy se encuentran manuscritos escondidos que revelan la callada existencia de autores cuya obra se detuvo en Auschwitz. Es lo que sucedió con Irène Némirovsky, una escritora de mirada minuciosa sobre los conflictos familiares y la decadencia de la aristocracia. Hija de un banquero moscovita, nació en Kiev en 1903 y vivió gran parte de su vida -su acotada vida- en Francia, exiliándose de su tierra natal, como lo hicieran Vladimir Nabokov o Nina Berberova. Estudió letras en La Sorbona y recibió gran apoyo de sus amigos escritores, entre ellos Joseph Kessel y Jean Cocteau. Sabía varios idiomas: ruso, polaco, inglés, vasco, finés, yiddish y francés. En 1940, ya con la estrella amarilla clavada en su saco, le prohibieron publicar y ella siguió escribiendo hasta que fue deportada al campo de concentración. Los manuscritos inéditos sobrevivieron en una valijita que sus hijos enterraron antes de escapar de los SS. Recién a fines del siglo XX, Némirovsky adquirió fama internacional, cuando se publicó en 2004 su obra inédita, Suite Francesa , donde retrata de manera cruda y profunda la Francia de Vichy. La editorial catalana Salamandra está distribuyendo su obra en la Argentina, desde El baile hasta El Ardor de la sangre , recientemente publicadas. En El Baile , la autora da cuenta de su facilidad para mostrar los peores momentos de una persona, esos días humillantes que todos quisieran arrancar de sus agendas. Es lo que le ocurre a la protagonista de esta brevísima novela, una señora insoportable, llena de pruritos y codicia que busca adquirir la clase que nunca tuvo. Organiza entonces un baile, al que invita a personajes de alta alcurnia para ser mirada de otro modo. Pero toda preparación anticipa un rotundo fracaso. La mirada de los otros es crucial en la obra de Némirovsky. Particularmente en El Baile , donde todos los esfuerzos que la protagonista realiza para patentar su ascenso -la porcelana china, el Buda dorado sobre un almohadón de terciopelo, la boa con plumas, muebles Luis XV, abundante caviar, etc.- evidencian la ridiculez de su esmero. En la novela también se juega la mirada de los jóvenes hacia aquellos adultos que no los miran. Sobre todo la relación de padres e hijos. Así, Antoinette, la hija de esta mujer ambiciosa y pueril, cometerá un acto que condensa la furia de no haber sido mirada, logrando que su madre y su padre se odien para siempre, en una noche más de sus oprobiosas vidas. Némirovsky logra construir una trama en la que las relaciones se tensan hasta el punto de romperse y es recién entonces cuando asoma una esperanza de reconocimiento (en algunos libros de una escritora argentina, Hebe Uhart, esto también ocurre con brillante resolución). Si bien a Némirovsky le prohibieron publicar durante el nazismo, por suerte ningún régimen puede impedir que la imaginación siga fluyendo. Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/981078